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Cuando se le abre el grifo a un tanque, ¿se le está botando el aire?

Muchos usuarios tienen la idea de que cuando abren el grifo o válvula de venteo de un tanque lo que sale es aire. Esto es totalmente falso y aquí te damos la explicación:

La presión que acumula un tanque de GLP es producida por la temperatura del líquido que lo contiene. Para entenderlo, hagamos un símil con el agua.  El agua a nuestra temperatura ambiente (unos 30 grados centígrados) está en estado líquido tal como la utilizamos, pero si colocamos una olla con agua y sin tapa en una estufa con la hornilla encendida, esta comenzará a calentarse y al llegar a los 100 grados centígrados (o 212 grados fahrenheit) comenzará a hervir y a producir vapor de agua que se va a la atmósfera.  Si luego tapamos la olla, ese vapor comenzará a acumularse, y por consiguiente acumulará presión y dejará de hervir cuando se alcance la presión de equilibrio o presión de vapor (es el mismo caso de las ollas a presión). La temperatura de 100 grados centígrados a la que el agua comienza a hervir a presión atmosférica se conoce como punto de ebullición.

En el caso del propano, que es el principal componente del GLP que se distribuye en el país, se produce el mismo efecto con la diferencia de que a temperatura ambiente este comienza a hervir a 42 grados centígrados bajo cero (equivalente a 44 grados Fahrenheit bajo cero), y como tenemos el GLP almacenados en tanques o cilindros cerrados a la temperatura ambiente este acumula presión, que no es más que GLP en estado gaseoso.

De manera que cuando un usuario de GLP ya sea doméstico, vehicular o comercial abre un grifo para bajar la presión del tanque lo que sale no es aire, sino GLP en estado gaseoso que puede hacer combustión si se mezcla con el aire y entra en contacto con una chispa o fuente de ignición, formando así el triángulo de fuego o triángulo de la combustión.

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