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Cuando se produce un escape, ¿el gas se va hacia arriba?

Generalmente cuando se van a analizar las características de GLP se compara con el agua cuando se trata de GLP en estado líquido,  y  con el aire cuando se trata de GLP en estado gaseoso.

Cuando se compara con el agua, el GLP pesa menos o, mejor dicho, es menos denso que el agua. De esta manera, si ambos estuvieran juntos en un mismo tanque no se mezclarían, sino que el agua se iría al fondo y el GLP ocuparía la parte superior del recipiente. Basado en este principio, existen terminales que almacenan al GLP en cavernas bajo tierra.  

Estas operan de la siguiente manera: se llena la caverna de agua y cuando se desea almacenar GLP se inyecta el mismo por la parte superior de la caverna y, a su vez, desplaza el agua que sale por un tubo que llega al fondo.

Cuando se desea sacar GLP se inyecta agua por el fondo para desplazar el GLP que sale por la parte superior.

Cuando tenemos propano en estado gaseoso, este es 1.5 veces más pesado que el aire; si es butano, este es 2 veces más pesado que el aire. Así, si se produce una fuga y se evapora el gas, este se alojará en los puntos bajos que estén próximos al lugar del escape hasta que se disipe en el aire.

Por esa y otras razones, no se recomienda instalar los tanques en sótanos, sobre cisternas o próximos a drenajes o alcantarillas, ya que de producirse un escape de acumulaciones en esos puntos y esto puede ser peligroso, ya que una vez mezclado con el aire solo faltaría una chispa o fuente de ignición para producir una explosión.

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